viernes, 26 de julio de 2013

Noticias Sobre el Trabajo Infantil
MINISTERIO DE TRABAJO REALIZO DENUNCIAS POR TRABAJO INFANTIL
El Ministerio de Trabajo anunció hoy que realizó denuncias penales tras encontrar un adolescente de 15 años realizando tareas en un supermercado y otro joven de la misma edad en una remecería.
En cumplimiento de la prohibición del trabajo de menores de 16 años, la cartera laboral detectó en la localidad bonaerense de Lomas de Zamora a un joven de 15 años trabajando en un supermercado chino, y a otro adolescente a cargo de una remecería en la ciudad de Las Heras de la misma provincia.
En el primer caso se radicó una denuncia en el Departamento Judicial de Quilmes y, en el segundo, en la Fiscalía General del Departamento Judicial de Mercedes, informó Trabajo en un comunicado.
La figura de aprovechamiento económico del trabajo de niños ya estaba prohibida desde agosto de 2008 por la Ley Nº26.390, pero desde el 20 de abril del 2013 configura un delito con penas de prisión de 1 a 4 años, según lo establecido por la ley 26.847.
"El Ministerio será implacable en su lucha por la erradicación del trabajo infantil; no dudaremos en intervenir denunciando para que todos tomen conciencia de que lo que hasta ahora era una infracción, ahora conlleva pena de prisión", expresó la secretaria de Trabajo y número dos de la cartera laboral, Noemí Rial.
Desde los 16 a los 17 años se puede trabajar con autorización de los padres y con restricciones; por ejemplo, la jornada no podrá ser nocturna ni superior a 6 horas diarias y 36 semanales en zonas urbanas, en tanto no podrá alcanzar más de 32 semanales en áreas rurales, precisó el Ministerio.

El “niño de la bandera” y el trabajo infantil. Por José Machain
Miércoles, 03 Julio 2013 00:42
En las últimas semanas el trabajo infantil ha sido protagonista de sucesos conocidos por los medios. El caso de los niños “tareferos” fallecidos en accidente de ruta en la Misiones profunda, demostrando que el trabajo infantil mata. Y el caso del niño que compra la bandera para su escuela en Córdoba con sus ahorros, fruto también del trabajo infantil.
José Machaín (*)
Huelga detallar la brutalidad a la que nos expone las heridas y muertes de los adolescentes “tareferos”. No hay mucho más que agregar para argumentar la condena sobre las prácticas aberrantes que significa el trabajo infantil en general; y que afortunadamente Argentina, este año 2013, es pionera en la región al tipificarlo dentro del Código Penal.
Pero el caso del “niño de la bandera” impone un ejercicio reflexivo más complejo, porque nos obliga al mundo adulto a desmontar una “construcción de sentido” predominante en  la sociedad. La que ciertas acciones supuestamente “honrosas/heroicas” de la infancia invisibiliza el trasfondo de la vulneración de derechos de esa misma infancia.
En primer lugar, cabe aclarar que estas líneas no tienen ninguna pretensión de descalificar la actitud espontánea del “niño de la bandera”. Saludamos los valores de solidaridad y compromiso que le motivaran.
Pero partamos del hecho que el “niño de la bandera” debió trabajar en la “venta de algodón de azúcar en la cancha de fútbol durante varios domingos”, para lograr esos ahorros que luego decide darle el destino virtuoso y colectivo (una bandera para su escuela) que el mundo adulto le alaba.
Ese niño nunca debió tener la necesidad de tener que hacerse cargo de la reposición de la bandera. La escuela como institución, sus directivos y el estado local, o sea el mundo adulto, debió contemplar esa necesidad; encontrar los mecanismos institucionales que asumieran sus responsabilidades. Por lo que aquí nos encontramos con falencias de ese mundo adulto que por diferentes razones no asumió su rol.
Pero lo más preocupante es que desde el mundo adulto (directivos, funcionarios y los medios, tanto locales y nacionales) se pretenda banalizar el hecho de que ese niño debió realizar trabajo infantil; poniéndolo esto en segunda plano, dada la “lección de patriotismo” ofrendada.
El mundo adulto de una escuela, espacio de construcción de ciudadanía, no debería sentirse “orgullosa” de acciones como estas, que desnudan su, al menos, negligencia.
Es loable el desarrollo de valores de esfuerzo, solidaridad y compromiso en nuestras infancias; pero lo que los adultos no debemos apañar es que por supuestos valores supremos se habilite, se “normalice”, se enmascare la vulneración de derechos del ciudadano “niño de la bandera”.
Su esfuerzo debe bastar con estudiar y jugar. Eso es solo lo que el mundo adulto debiera esperar de él para esta etapa. El trabajo, remunerado o no, e incluso doméstico, no tendría que estar en el imaginario del “niño de la bandera”. Ya le llegará el momento de proveerse de su sustento. No es este su momento; sin importar las razones por más virtuosas que sean. El mundo adulto debe y puede encontrar las formas para reponer una bandera, aún apelando a esos mismos valores de esfuerzo, solidaridad y compromiso; pero sin engañarse ante supuestas lecciones que no son tales.

Agro | domingo 30 junio 2013 | 09:48:00 hs
Impulsan primeras causas penales por trabajo infantil rural


 El Registro Nacional de Trabajadores y Empleadores Agrarios (Renatea) inició las primeras causas penales por casos de trabajo infantil, en aplicación de la ley promulgada a mediados de abril pasado. Promueve la aplicación de sanciones que van de uno a cuatro años para ese aprovechamiento de niños.
JCA Actualizado domingo 30 junio 2013 09:48:00 hs
El organismo autárquico del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social promueve la aplicación de sanciones que van de uno a cuatro años para quien "aprovechare económicamente" el trabajo de un "niño o niña en violación de las normas nacionales" que prohíben esa modalidad, según define la ley 26.847.
  
La decisión del Renatea se vincula con los recientes operativos en explotaciones agropecuarias en los que se comprobaron casos de empleo de menores, inclusive en situación de trata.
  
El episodio más resonante fue el del accidente que semanas atrás provocó en Misiones la muerte de cinco trabajadores yerba teros y 18 heridos (incluidos nueve menores de edad, seis de ellos por debajo de los 16 años).
  
El organismo viene detectando serias violaciones de "empresarios rurales inescrupulosos" a la Ley de Trabajo Agrario (número 26.727, vigente desde comienzos de 2012, que derogó el antiguo régimen creado por la dictadura en 1980).
  
Los operativos de regularización detectaron la presencia de menores de edad, trabajadores sin registrar y alojados en campamentos sin agua potable y formados por lonas sostenidas con postes o ramas.
  
El titular del Renatea, Guillermo Martini, señaló a Télam que las fiscalizaciones se realizan "sin la colaboración de las entidades que forman la Mesa de Enlace de dirigentes agropecuarios", aunque "hemos mantenido reuniones con las cámaras sectoriales".
  
En el organismo señalan que la actividad de blanqueo de peones se realiza sin participación del sindicato Uatre, que hasta hace dos años se repartía con la Mesa la conducción del ex Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Empleadores (Renatre).
  
"Ese gremio -afirman los funcionarios- sigue trabajando junto con la patronal. A veces llegamos con un operativo, comprobamos flagrantes violaciones de derechos y el empleador se sorprende, porque dice que ya tenía todo `arreglado` con los sindicalistas".
  
"Y cuando ocurren accidentes como el de Misiones, esos dirigentes se limitan a emitir comunicados diciendo que ya venía denunciando las irregularidades", agregan.
  
Martini responsabiliza por el elevado nivel de empleo en negro e infantil en el campo, en gran medida, a la colusión de intereses que caracterizó al Renatre, en contra de los trabajadores.
  
"La Uatre recibió 648 millones de pesos entre 2002 y 2011, mientras pagó prestaciones (por seguros de desempleo y de sepelio) por menos del 10% de esa suma", precisó.
  
El titular del Renatea cuestionó las tercerizaciones antes usuales, que incluían el pago de 128 mil pesos mensuales a una persona contratada por actividades de capacitación.
  
Entre los últimos contratos rescindidos, agregó Martini, figura el de la firma que se encargaba de la cobranza de los aportes patronales, que percibía como comisión el 1% de lo recaudado, más una suma de 50 mil pesos mensuales y otros porcentajes extras.
  
La asunción directa de las distintas responsabilidades le permitirá al Renatea tener este año ingresos cercanos a los 400 millones de pesos, aproximadamente 25% más que en 2011


Se redujo un 66% el trabajo infantil en niños de hasta 13 años

La disminución se produjo entre 2004 y 2012. Además, entre cayó un 24% el número de adolescentes de entre 14 y 17 años con prematura presencia en el mercado laboral.
Así, en 2004 trabajaba el 6,4% de los niños de entre 5 y 13 años y el 19,1% de los adolescentes de entre 14 y 17 años.

Actualmente, el 2,2% de los chicos de entre 4 y 13 años trabajan y el 14,6% de los menores de entre 14 y 17 años.

Los datos fueron suministrados por el Ministerio de Trabajo de la Nación en la víspera de conmemorarse el Día Mundial contra el Trabajo Infantil y surgen de la comparación entre la Encuesta de Actividades de Niños, Niñas y Adolescentes (EANNA) realizada en 2004 y la Encuesta Anual de Hogares Urbanos (EAHU) del tercer trimestre de 2012.

“Es una reducción sumamente importante; lo que marca es el éxito de las políticas públicas que se están llevando adelante y nos da la tranquilidad de que vamos por el camino correcto, pero nos obliga a redoblar esfuerzos porque hay todavía chicos trabajando", dijo la presidenta de la Comisión Nacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (CONAETI), Pilar Rey Méndez.

"La reducción del trabajo infantil siempre se debe a una combinación factores y sin poder establecer una relación directa, podemos enumerar una serie de acciones que tuvieron lugar que, en mayor o menor medida, deberían haber contribuido a este descenso", seguro a Télam Gustavo Ponce, Punto Focal de Trabajo Infantil de la Oficina de País de la OIT para la Argentina.

12 de junio: Día Mundial contra el Trabajo Infantil

Entre ellos, citó las nuevas leyes contra el trabajo infantil, la adopción de estándares mínimos en la inspección, la creación de centros de cuidado infantil en el sector agrícola, la Asignación Universal por Hijo y la articulación público-privada.

“Son elementos que han permitido mantener el tema en la agenda pública y cuyos resultados se deberían reflejar progresivamente en el descenso” del indicador", dijo.

Se entiende por trabajo infantil a toda actividad económica remunerada o no, realizada por niñas y niños, por debajo de la edad mínima de la admisión al empleo o trabajo que en la Argentina es de 16 años.

“Trabajo infantil encontramos en el ámbito urbano y en el rural. Hay distintas modalidades, tal vez la que está más arraigada es la del trabajo infantil agrícola, por eso venimos instalando una política muy fuerte para erradicarlo”, dijo Rey Méndez.

“Hay un aprovechamiento claro de la vulnerabilidad del trabajador que migra de zafra en zafra, que llega con todo el grupo familiar. Los niños primero juegan y luego terminan trabajando, porque además este trabajo se paga por unidad de producto”, explicó la funcionaria.

En cuanto a las causas del trabajo infantil, se destacan los factores económicos (desempleo, pauperización salarial, distribución inequitativa del ingreso), y la vigencia de patrones culturales que legitiman algunas prácticas tradicionales.

Pero, en realidad, el trabajo infantil implica una vulneración de los derechos del niño y un atentado contra su normal desarrollo.

Las consecuencias más nocivas deben rastrearse en la escolaridad y en la salud. En ese sentido, la EANNA 2004 demostró que la renitencia y las inasistencias frecuentes prácticamente se duplican en los niños que trabajan en comparación con los que no lo hacen. En cuanto a los perjuicios en la salud, se pueden mencionar  por ejemplo, las lesiones en la piel, en el sistema respiratorio y óseo.

“El aspecto puede ser amplísimo teniendo en cuenta que, a diferencia del adulto, el chico es sumamente vulnerable porque está en pleno desarrollo y no puede defenderse de las agresiones”, explicó Stella Maris Gil, de la Sociedad Argentina de Pediatría.

Atento a esta situación, el gobierno nacional viene implementado una serie de políticas para la erradicación definitiva del trabajo infantil, como la ley 26847 que incorporó esta problemática como delito en el Código Penal y  la ley 26.390 que subió de 14 a 16 la edad mínima para la admisibilidad laboral.

Además, está la Ley de Trabajo Agrario que exige al empleador habilitar espacios de cuidado y contención, donde los niños puedan permanecer durante la jornada laboral.

Por otra parte, desde 2007 viene funcionando bajo el impulso de la CONAETI, la Red de Empresas contra el Trabajo Infantil, una agrupación de 100 empresas comprometidas con una cadena de valor libre de esta irregularidad.

Además, el Ministerio de Trabajo cuenta desde 2004 con un cuerpo de inspectores especializados y firmó un convenio con la Sociedad Argentina de Pediatría para capacitar en la detección.

Una de las medidas que, sin estar directamente dirigida a la erradicación del trabajo infantil, viene impactando positivamente para su erradicación, es la Asignación Universal por Hijo.

Según datos del Ministerio de Trabajo, “la tasa de actividad de niños, niñas y adolescentes ha caído 15% entre 2009 y 2010, de manera que puede leerse una reducción a partir de la aplicación" de este beneficio.

“Claramente una medida como esta incide en el trabajo infantil porque garantiza un piso de ingreso continuo en la familia que puede reemplazar la ayuda de los chicos que trabajan”, sostuvo Roxana Mázala, autora del libro “Nuevo Paradigma, la Asignación Universal por Hijo en la Argentina”. 
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